La economía de China creció más lentamente de lo esperado en el segundo trimestre, y el gasto de los consumidores disminuyó notablemente en junio, haciendo sonar más las alarmas sobre la recuperación. 

El producto interno bruto se expandió un 6,3% en el segundo trimestre respecto al año anterior, según mostraron los datos publicados el lunes por la Oficina Nacional de Estadísticas, por debajo del pronóstico promedio de 7,1% de los economistas encuestados por Bloomberg. Las cifras se distorsionaron por una base de comparación baja el año pasado cuando Shanghái y otros lugares estaban cerrados.

Frente al primer trimestre, el PIB creció un 0,8%, en línea con las previsiones de los economistas.

Solo en junio, los indicadores de actividad mostraron un panorama mixto de la economía:

  • El crecimiento de las ventas minoristas se desaceleró al 3,1% desde el 12,7% en mayo, incumpliendo la predicción de los economistas de un salto del 3,3%
  • La producción industrial aumentó un 4,4 %, en comparación con una proyección del 2,5 %, y desde el 3,5 % de mayo
  • La inversión en activos fijos ganó un 3,8% en los primeros seis meses del año respecto al año anterior, por debajo del 4% en el período enero-mayo, pero superior al 3,4% pronosticado por los economistas.
  • La tasa de desempleo urbano se mantuvo sin cambios en 5.2%

Beijing ha establecido un objetivo de crecimiento moderado del PIB de alrededor del 5% para este año, pero se enfrenta a una serie de desafíos económicos que incluyen la perspectiva inminente de deflación, la caída de las exportaciones y el debilitamiento del mercado inmobiliario. Se está acumulando presión sobre los formuladores de políticas para agregar más estímulos a la economía, incluidos recortes de tasas de interés del banco central y una mayor relajación de los controles de propiedad.

El Banco Popular de China se abstuvo de relajar la política el lunes, dejando la tasa de sus préstamos de política a un año sin cambios en 2,65%, en línea con las expectativas de los economistas. Muchos esperan que el PBOC baje la tasa en los próximos meses. 

El aumento de las tasas de interés de EEUU y los altos niveles de deuda en la economía china han limitado el alcance del banco central para llevar a cabo medidas agresivas de relajación. Algunos economistas también argumentan que la débil confianza de las empresas y los consumidores ha reducido la eficacia del estímulo monetario, lo que exige que la política fiscal desempeñe un papel más importante en la economía.

Los inversores esperan una probable reunión del máximo órgano de toma de decisiones del Partido Comunista a finales de julio para proporcionar pistas cruciales sobre las políticas económicas en el futuro.