El experto en reciclaje de metales explica cómo la minería urbana está revolucionando la recuperación de recursos, transformando los vertederos en valiosas fuentes de materiales reciclables y promoviendo un enfoque más sostenible.
A nivel global, la minería urbana está emergiendo como una solución innovadora para la gestión de residuos, transformando los vertederos en fuentes valiosas de recursos reciclables.
Esta práctica, alineada con los principios de la economía circular, reconoce que una porción significativa del aluminio y el acero consumido en el continente proviene no de minas tradicionales, sino de materiales reciclados.
Los vertederos, antes vistos como simples depósitos de desechos, están siendo reevaluados como potenciales minas de materias primas secundarias.
“La minería urbana se centra en la recuperación y reintegración de materiales al ciclo productivo, una necesidad cada vez más crítica en un mundo que enfrenta el agotamiento de recursos naturales y el fin de la era de las materias primas baratas y accesibles”, afirma Alejandro Hernández Toro, experto en reciclaje de metales.
Esta necesidad mencionada por Hernández, ha sido reconocida por organizaciones promotoras de la economía circular, destacando la importancia de un enfoque más sostenible y eficiente en el uso de recursos.
Reciclaje de metales y circularidad
Los vertederos urbanos ofrecen una oportunidad única para encontrar metales y minerales valiosos, incluyendo algunos raros, en concentraciones mucho más altas que en las minas naturales.
Esta realidad ha sido subrayada por la Unesco a través de publicaciones que destacan el agotamiento de elementos naturales específicos, señalando la urgencia de encontrar alternativas sostenibles de abastecimiento.
La Unión Europea, por ejemplo, ante la creciente competencia por metales y minerales críticos para su economía, está volcando su atención hacia la circularidad. Metales como el wolframio, esencial para la fabricación de los teléfonos, y el silicio metálico, necesario para los semiconductores, son solo algunos de los elementos que pueden ser recuperados a través de la minería urbana.
Un desafío importante en este campo es que, a pesar del aumento en el reciclaje, la generación de desechos electrónicos también ha crecido significativamente, superando la capacidad actual de reciclaje. Esta situación pone de manifiesto la insostenibilidad de los patrones actuales de producción y consumo, y la necesidad de un enfoque más circular y sostenible.
“Los smartphones son un ejemplo claro del potencial de la minería urbana. Estos dispositivos, que contienen hasta 50 elementos diferentes y tienen un alto índice de renovación, ofrecen una oportunidad significativa para la recuperación de metales”. comenta Hernández Toro.
La tecnología actual permite extraer una cantidad considerable de metales tanto comunes como preciosos de dispositivos electrónicos, lo que resalta la viabilidad y el valor de la minería urbana.
La minería urbana está directamente relacionada con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, abarcando aspectos como producción y consumo sostenibles, trabajo y crecimiento económico, salud y bienestar, y la vida en los océanos.
Ventajas de la minería urbana
Según señala Alejandro Hernández, la minería urbana tiene varios beneficios, tanto económicos como ecológicos. Algunas de ellos son:
- Reduce la dependencia de la extracción de recursos naturales, que es cada vez más escasa, costosa y contaminante.
- Ahorra energía y emisiones de gases de efecto invernadero, ya que reciclar los metales requiere menos energía que producirlos desde cero.
- Genera empleo e ingresos, especialmente para las comunidades locales que se dedican a la recolección y el procesamiento de los residuos electrónicos.
- Protege la salud humana y el medio ambiente, al evitar la acumulación de residuos electrónicos en vertederos o lugares inadecuados, donde pueden liberar sustancias tóxicas que afectan al suelo, al agua y al aire.
En líneas generales, la minería urbana no es solo una solución ambientalmente responsable, sino también una estrategia económica viable. Frente al agotamiento de recursos naturales y el aumento de desechos electrónicos, este enfoque ofrece una oportunidad crucial para redefinir nuestra relación con los recursos y avanzar hacia un futuro más sostenible y circular.
