El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, declaró en una entrevista transmitida este domingo que consideraría abandonar la OTAN si su país no recibe un “trato justo”. Estas declaraciones, realizadas en el programa Meet the Press de NBC, subrayan su postura de exigir mayor compromiso financiero de los aliados del bloque militar.
“Si pagan, nos quedamos”
Trump condicionó la permanencia de Estados Unidos en la alianza militar al cumplimiento de los compromisos económicos de sus miembros:
“Si pagan sus cuentas, permaneceremos en la OTAN”, afirmó, refiriéndose a la meta establecida en 2014 de que los países miembros destinen al menos el 2 % de su PIB a gastos de defensa.
El mandatario republicano también sugirió que ese porcentaje debería ser incluso más alto, idealmente del 4 %, reflejando su enfoque en reducir la carga financiera de Estados Unidos dentro de la alianza. Estas declaraciones han reavivado las preocupaciones sobre el compromiso de Washington con la seguridad colectiva de la OTAN.
Reducción de ayuda a Ucrania
En el mismo programa, Trump afirmó que su futura administración planea reducir el apoyo a Ucrania, marcando un cambio significativo respecto a la política de la administración de Joe Biden, que ha respaldado firmemente a Kiev desde la invasión rusa. Cuando se le preguntó si esto era una posibilidad, respondió:
“Posiblemente. Sí, probablemente, seguro”.
El anuncio se produce en un contexto de crecientes tensiones internacionales, días antes de reuniones clave entre Trump, el presidente francés Emmanuel Macron y el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski en París. Este cambio en la política exterior estadounidense podría tener implicaciones profundas para el conflicto en Ucrania y la relación de Washington con sus aliados europeos.
Un cambio en la política exterior de EE. UU.
Las declaraciones de Trump reflejan su enfoque pragmático y transaccional hacia las alianzas internacionales. Mientras critica el gasto militar de otros miembros de la OTAN, también pone en cuestión el papel de Estados Unidos como principal respaldo de Ucrania frente a Rusia. Estas posturas podrían redefinir la dinámica de las relaciones internacionales en los próximos años, con potenciales repercusiones para la seguridad global.
Aunque Trump aún no asume el cargo, sus comentarios ya están generando debate tanto en Estados Unidos como entre sus aliados, quienes observan con atención cómo su administración podría alterar el panorama geopolítico actual.