Mario Desbordes responde críticas por retiro de la bandera mapuche en Santiago

El alcalde de Santiago, Mario Desbordes, respondió a las críticas del periodista y escritor Pedro Cayuqueo tras retirar la bandera mapuche y la del movimiento LGTB del frontis de la municipalidad. Estas insignias habían sido colocadas durante la administración de la exalcaldesa comunista Irací Hassler.

El origen de la controversia

El viernes, en su primer día como alcalde, Desbordes decidió remover las banderas, una medida que generó debate y reacciones en redes sociales. Entre los críticos, Pedro Cayuqueo señaló que bajar la bandera mapuche, conocida como wenufoye, reflejaba desconocimiento:

“Sólo la ignorancia supina de los colegas de La Segunda puede llamar ‘bandera de la izquierda mapuche’ a la wenufoye del año 1992, símbolo transversal de los mapuche en Chile y Argentina. Mi consejo a Desbordes: sea cortés, edúquese lo que más pueda, respete para que lo respeten”.

La respuesta de Mario Desbordes

El edil no tardó en replicar a Cayuqueo, cuestionando el tono de su crítica y defendiendo su decisión:

“Don Pedro, gracias por su consejo poco cortés. No le voy a recomendar que se eduque, solo le pediré que respete. Para mí, la bandera de Chile representa a todos los habitantes de esta tierra y la del municipio a los de la comuna”.

Desbordes agregó que el uso de otras banderas será reservado para ocasiones específicas:

“Poner otras banderas es un gesto que haremos cuando la fecha lo amerite. Por ejemplo, además de las que estaban, las del mundo cristiano evangélico, la de los demás pueblos originarios que no estaban y que no reconocen a la que se retiró como propia. Incluso dentro del pueblo mapuche, muchos ven esa bandera como la del Consejo de Todas las Tierras”.

El alcalde aseguró estar bien informado sobre el tema y justificó su decisión como una medida para reforzar la representatividad de todos los habitantes.

Debate sobre símbolos en espacios públicos

El retiro de la wenufoye ha reabierto el debate sobre el uso de banderas y símbolos en instituciones públicas. Mientras algunos ven la inclusión de estas insignias como un gesto de reconocimiento y respeto hacia grupos históricamente marginados, otros consideran que solo los emblemas oficiales deberían estar presentes en estos espacios.

El episodio refleja las tensiones entre distintas visiones sobre la representación cultural y social en el ámbito público, en un país que sigue enfrentando desafíos en torno a la diversidad y el respeto a las identidades.